domingo, 18 de mayo de 2008

Sabado de examenes


Sábado de examenes de cinturón negro. Desde la siete en pie, por la mañana examenes hasta tercer dan y por la tarde hasta sexto.
Un día de examenes es un día de emociones, de nervios, de inquietudes. Desde el momento en que preparas la bolsa, doblas el karate-gi con cuidado, repasas el equipo y compruebas que no sabes donde pusiste el protector bucal hasta que aparece en el ultimo rincón del cajón. Llegas al polideportivo y te ajustas el karate-gi y el cinturón, buscando un espejo para ver que todo esta bien puesto. Luego calientas, aunque realmente no lo necesitas porque el corazón ya te esta latiendo a mil por hora, hablas con los compañeros, no puedes parar, ahora una kata, ahora llamas al uke, ¿quien tiene el carné de identidad?, ¿tenéis todos las espinilleras?. Luego sales al tatami y realizas tu examen y parece que todo vuelve a la calma, cuando estas ejecutando tu trabajo todo lo de alrededor se olvida solo eres tu, demostrando lo que sabes y lo que has entrenado. Cuando acabas vuelven los nervios, hay que esperar el veredicto del tribunal y los minutos se vuelven horas. Y entonces afloran todos los fallos que crees que has cometido en tu ejecucion: mierda, meti poco la cadera en el gyaku tsuki, no baje bien los zenkutsu dachi, ¿no me he comido el segundo kiai de Bassai Dai?.
Llega la hora del veredicto, durante unos segundos te sientes como ante un peloton de fusilamiento. Fulanito de Tal: apto, Menganito de Cual: no apto. Asi la lista gotea alegrias y decepciones y un fotografo profesional se forraria sacando fotos a las expresiones de los aspirantes. Las sonrisas de los aprobados, las caras de decepcion de los suspensos, lagrimas de alegria de los que no confiaban en sus propias posibilidades y han conseguido su objetivo. Todas estas emociones son mucho mas comprensibles si los examinandos son gente joven o novatos en estas lides. Pero cuando despues de 35 años de practica de karate, de haber pasado por todas las etapas de un karateka, la persona que te lo han enseñado casi todo el karate que sabes, sale de la sala con los ojos vidriosos despues de que le hayan otorgado el sexto dan comprendes que esto es mucho mas importante de lo que la gente realmente piensa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya he felicitado a tu maestro por el éxito. Las felicitaciones tb las hago extensibles a los tori.
Jesus Penas (Uno que volverá, aunque no le dejen).jajajaja